Silencio por doquier,
Solo la luz de la luna llena y
el juego del mar con la brisa,
fueron testigos de aquella noche
cuando el sabor de los besos
la trajo a la vida para luego,
con daga de indiferencia
matarle la ilusión...
Pasan los días y el recuerdo queda
Tratando de apagarlo
cerró las puertas del corazón,
venganza que deja sabor amargo,
largo camino con lección aprendida
va buscando la luna testigo mudo de su desdicha
que se oculta en la penumbra
porque evita dar repuestas; que
el tiempo se encargue de borrar, eso espera.