Hay lugares que quedan tan marcados que es imposible volver a habitar, como Chernobyl... Eso pasó en mi casa... Estalló una bomba nuclear en que fue imposible reparar el daño y tuvimos que marcharnos.
Y aunque han pasado años, el daño persiste.
Ya es tarde para que vuelva a ser un hogar porque pasó a ser un monumento que tuvo días gloriosos y hoy sólo es testigo de recuerdos más malos que buenos.
Así se aplican las bombas nucleares en la vida cotidiana, cuando se desarman familias.