Es poco creíble cuando hablamos de tener un amigo por internet, en realidad nos pasó a los dos.
Aquel día sin querer envíe una cadena, me equivoqué, y de repente respondiste tú diciendo que en tu trabajo existían personas así pero que me había equivocado de destinatario.
En el chat escribiste, ya que por casualidad estábamos trabajando para la misma empresa, quién pensaría que con el paso del tiempo ambos entablaríamos una linda comunicación. Poco a poco pasaron los años y ambos maduramos.
Todo esto nos arrastró a tener un tipo de noviazgo obvio, terminamos y regresamos después de años y maduramos también, quizás la costumbre de estar colgados en línea y en cualquier red o medio social fue orillándonos a ser más intensos.
Por desgracia rompimos el juramento de amigos por siempre y para siempre. Es bueno dejar las cosas en puntos suspensivos y como adultos, no hubo insultos ni nada que eche a perder eso tan bonito.
Sinceramente te extraño mucho, nuestra vida gira día a día y te quiero tanto que me desvivo pidiéndole a Dios que te cuide y te proteja de todo mal.
Antes de dormir, oro por ti, deseo todo lo positivo y pienso que quizás tú me olvidaste y eso me da melancolía. Soy consciente de que la vida sigue y si la muerte me sorprende, quiero que sepas que eres el amor de mi vida. Aunque nunca nos conocimos, ni fui nunca tuya, te amo