Mi amor, espero que cuando leas esto. No sea demasiado tarde.
Digo tarde, no para dejar de ver el lado maravilloso de destino y el tiempo, para volvernos a encontrar.
Te debí tanto...
Sin embargo conforme pasaron los días, los meses... Fui pagando con amor y respeto, cada tiempo invertido, cada palabra, cada acción...
Y espero, no haber quedado en deuda de nada.
Si llegas algún día a leer esto, es que habré aprendido a soltar y dejar ir las cosas que más he amado.
No ha sido fácil para mí, entender que tú y yo; forjamos otros caminos.
Sin embargo he aprendido a manejar mis emociones y mis sentimientos de un modo menos complicado, más sano.
Te deseo lo mejor. Y lo mejor para mí, significa: ¡felicidad!
Gracias por haber depositado tu confianza en mí.
Por abrirme tu corazón.
Pero sobre todo por enseñarme esa parte intocable y maravillosa de tu vida: aquello que te hace feliz.
Ojalá el tiempo, pueda volver a encontrarnos.
Tal vez en otros ojos, en otras manos, en otro rostro...
Pero capaz de seguir con ese concepto tan bello que aprendí junto a ti, amor...