Una vez mientras dormía, a un ángel le dije yo
¡qué cruel ha sido mi vida!, mi hijo que tanto quería, diosito me lo quitó
Y el ángel con voz tranquila, esto a mí me respondió
ya no sufras hija mía, lo que pasa es que ese día, a la tierra bajé yo
pues buscaba un angelito, que me encargó mi señor
y al mirar a Rubencito, el reunía los requisitos paz, ternura y mucho amor
Por eso me lo llevé, y ahora está allá en el cielo
él desde arriba la ve, reza mucho por usted, para que encuentre consuelo
él pide por sus hermanos y por toda su familia
que Dios con su santa mano, los mantenga siempre sanos, por el resto de sus vidas
Él quiere verlos contentos, siempre llenos de alegría
porque en su pensamiento, viven en cada momento, a todas horas del día
y si lo quieren mirar, sólo miren hacia el cielo
la estrella que brille más, sonriendo ahí él estará, mirándolos muy contento
El ángel secó mi llanto y me regaló esta flor
yo sé que lo quieres tanto, pero allá con mi Dios santo, nunca le faltará amor
el ángel se despidió, pero antes esto me dijo
esta flor y un corazón con muchos besos de amor, te los manda a ti... tu hijo.