Cuando llegó el fin me sentí morir, creí que mi corazón ni lo resistiría, ahora pensándolo bien, el único perdedor fuiste tú. Yo me entregué en cuerpo y alma, el tiempo que duró, fui solo tuya, en cambio yo no obtuve nada, nunca fuiste mío. Cuando llegué a tu vida ya tenías dueña, así que, lo repito, el único que perdió fuiste tú, me perdiste a mí, lo siento no hay marcha atrás, que lástima que no me hayas valorado mi amor, adiós, para siempre adiós. Te amo