Hijo mío, ¡cómo has crecido! por Dios, si parece que ayer te arrullaba en mis brazos para hacerte dormir... Si parece que ayer fue cuando te caíste intentando caminar, o parece que fue ayer cuando solitos tú y yo nos dábamos besos calladitos en la madrugada, mientras amamantabas leche dulce tu manjar favorito...
Hoy tienes 6 años, hemos pasado momentos difíciles, momentos separados por necesidad de ubicarnos en un nuevo país, momentos de penita, como cuando murió mi papá, momentos de júbilo, el día de la madre, navidad, tu cumpleaños, mis cumpleaños, el cumpleaños del papá... ¿Del papá? si, del papá, ese hombre que antes nunca te vio, ese hombre que me amó y te amó, ese hombre que se llama Pablo, y a quien tú dices Papito, que la primera vez que viste me dijiste mami, él es de mi color (canela hermoso) es mi papá? y yo te iba a responder algo, pero él se adelantó y te dijo sí, yo soy el papá eres su hijo del corazón y del alma, más que de sangre, se aman y me encanta verles jugar, reír, aprender, escribir, preguntar y admirarse mutuamente...
¿Cómo podría no estar agradecida de esta maravillosa vida? ¿si tengo tus preciosos ojitos de carbón y tu dulzura y claro es mi compañía? y el amor llegó a mi vida como este hombre, Pablo Henríquez, que no sólo te dio su apellido sino también su amor y ejemplo.
Te amo tanto Isaías, estoy tan feliz, tienes 6 años, tienes familia, y sabes decirlo, te pertenecemos, nos perteneces, si hijito, sentido de pertenencia, algo que aprendí un mayo del 2004 cuando me dijeron positivo y lo vi un Enero de 2005 cuando naciste y sentí tu calor, lo siento todos los días cuando despiertas y me dices te amo, o cuando te enojas y no me miras, pero después calladito te acercas y me tocas, sabes que mis manos te van a corresponder y sabes que hagas lo que hagas tuya voy a ser y mis manos van a corresponder tus manos y tus besos de amor...
Te amo Isaías, gracias Dios por mi bendición.
Mami