Cuando te conocí, mi mundo era increíble y perfecto, realmente estaba seguro de que el amor era mi mundo, que podía ser feliz. Pero nada dura para siempre y tu corazón se cansó de mi amor, y me mirabas con desdén y no sonreías, y creía que la culpa era mía.
Pero el engaño dura poco y la verdad es revelada, porque aun dándote mi cuerpo, mi alma y mi corazón, tú me exigías más y no pudiéndotelo dar, decidiste dejarme atrás, con este dolor, con un corazón ardiendo en llamas incontenibles de amor por ti.
Terminando con un corazón hecho cenizas, que se esparcían por todo alrededor de mi tumba, adornada ahora con flores marchitas que una vez fueron hermosas, que una vez tenían un perfume mágico, que una vez tuvieron una historia... Tal como tú y yo.