Me gusta cómo te pienso
porque tengo que sonreír al hacerlo,
y dibujar en la pupila de mis ojos tu rostro
angelical y dulce, como son tus palabras.
Me gusta cómo te pienso,
y me gusta como me hablas,
con tiernas dosis de cariño,
envueltas en fantasías
que hacen de tus palabras
algo más divino que la noche,
más hermosa que la luna.
Me gusta cómo te pienso
y me gusta cómo te sueño,
me gusta como en las noches
me desvelo pensando en ti.
Me gusta esa ilusión que se ha creado
y tú y yo somos los personajes principales.
Mil cosas más me podrían gustar,
pero en todas estarías tú.
En mil cosas más podrían pensar,
pero sólo quiero pensar en ti.
Y es que me gusta pensar en ti
porque cuando te pienso soy feliz,
porque cuando te escucho
veo la estrella que falta en el cielo,
de esa en torno a la cual el cielo mismo gira,
de esa que descendió a la tierra y encarno en ti.
Me gusta cómo te pienso,
porque en mis pensamientos piensas en mí.
Y porque más allá de sonreír y hasta de ser feliz
estando contigo, me encuentro a mí.