Me pierdo en tu mirada,
en tus ojos centelleantes,
que gritan incesantes
sonetos de un te quiero.
Me pierdo en la vehemencia
delirante de tus besos,
que son cálidos y tiernos,
y arrebatan el aliento.
Me pierdo al manso roce de
tus manos lisonjeras,
desbordantes de pasiones
y hechiceras.
En ti me pierdo amor,
y tú me encuentras...
En tu corazón palpitante.