Sanaste mi dolor
no hay más temor,
nuevo soy en ti.
Tu amor me alcanzó
ahora libre soy,
puedo ver la luz de Jesús.
Caminas junto a mí
observar mi andar
conoces mi corazón.
Oro con clamor
levanto mis manos
para entrar en tu presencia.
Ante ti me encuentro
postrado me presento
dar suprema alabanza al Dios inescrutable.
Amor incontenible
gracia inefable
sin merecerlo recibí tu redención.
La alabanza es lenguaje de fe
que me enseña a contemplarte para ver tu gloria y tu poder
y me pregunto cuál es mejor ¿hablarte o escucharte?
la obediencia me llevará a tu santa presencia.
Tu palabra es espíritu y vida que abre el corazón.
El cielo tu trono, la tierra estrado de tus pies
Dios sobrenatural señor de señores.
Con mi boca te alabaré
con mis rodillas te clamaré
porque bendices de bienes mi vida.