Por muchos años recorrí
hasta los rincones más oscuros,
buscando un nuevo sentido a mi vida,
sentirme querida.
A cada lugar que visitaba no encontraba nada,
creía que sólo perdía mi tiempo hasta que vi su cara.
Era aquella amiga que tanto esperaba,
que me brindó su mano cuando más lo necesitaba.
Se convirtió en mi ángel, en la salvadora de mi vida.
Desde entonces consolamos los malos momentos y compartimos las alegrías.
Nos divertimos y le sonreírnos a la vida,
Porque hoy y en muchos años más, seguiremos siendo las mejores amigas.