Noble…
Como el rayo de sol al amanecer,
como aquel suspiro del primer amor,
como el llanto por nuestras pérdidas,
desgarrado de dolor.
No hay nobleza sin valentía,
ni miedo sin valor;
las decisiones son del hombre, y de ellas sus virtudes,
como el cariño y la alegría, ahuyentando el temor.
Vuelan…
Como hojas al viento,
recordando en sus pupilas historias de otros tiempos,
enlazadas con almas, que perduran en las historia,
soñando eternamente sus miradas y sentimientos.
la nobleza de espíritu,
nace con nosotros, y se desarrolla en las acciones,
no mira tu color de piel ni tu forma de ver el mundo,
se refleja en el alma y en los corazones,
de aquellos que son nobles.