Al escuchar el “nunca cambies” se viene a mi mente gran parte de mi vida; para algunos mucha, para otros poca.
Definitivamente hay cambios necesarios en la vida de cualquier ser humano, todos evolucionamos, nadie se mantiene estático.
Yo por ejemplo fui un niño muy tímido que hablaba poco; en la adolescencia un inquieto que seguía hablando poco y de adulto me gusta hablar mucho, arriesgar y hasta escribir.
Todo pasa, todo cambia, todo se renueva y eso que éramos ayer, difícilmente vuelve. La naturaleza nos hace crecer, madurar, envejecer y morir.
Antes no me gustaba planear, ni visitar el doctor. Hacer las cosas sobre la marcha era mi estilo; hoy ya tomó medicamentos y voy organizando lo que sigue.
Cuando escuchen “nunca cambies”, véanle el lado bueno y mejor piensen en cambiar siempre.
Que todo cambio sea mejor...