Amor de mujer dice alguna canción, pero el amor de madre es aun más inmenso que el mismísimo cielo...
Imagino a una mujer soñando con alcanzar la plenitud; pero no sólo la profesional, ni la que una ama de casa podría llegar a tener, imagino más allá de todo eso, algo más puro y bello, el ser madre.
Madre, si, madre, cinco letras que conllevan a toda una vida, una vida de alegría, de tristeza, de dar sin esperar nada mas a cambio que una sonrisa, un abrazo; pero esas cinco letras marcadas con sangre, también causan dolor.
He aquí mi tema, pues no hay un dolor más grande para una mujer que el de que sin motivo ni razón se pierda a ese ser lleno de luz que se llevara en su interior, y que sentía en las entrañas, ese ser que crecía paso a paso junto con la ilusión de llegar a ser lo que toda mujer espera... ser madre.
Aborto, así se le llama a esa cruda e infame realidad en nuestro andar, que no es más que quitarle a ese pequeño que crece dentro del vientre de una mujer, la oportunidad de vivir, en este mundo con defectos y virtudes, pero al fin vivir, esos pequeños que pudieron ser llamados hijos pero en cambio fueron señalados como estorbos.
Esos estorbos que debieron de haber sido hechos con amor, que pareciera que fue tan sólo una noche de calentura, un descuido, un accidente, esos fetos que por darle complacencia a la sociedad, a esta gente cruel, inhumana y sin escrúpulos, que es capaz de asesinar, gente que no se tienta lo poco que podrían tener de corazón, para poco a poco arrancarle la esperanza de seguir desarrollándose, poco a poco junto con un brazo, una pierna y lo demás es historia, esa historia que solo fue un suspiro que debió de mantener una ilusión, pero terminó en un tubo de succión, y al final haciendo bulto en algún bote de basura terriblemente desechados, junto con esperanzas y sueños que estaban por nacer...
Madre, cinco letras difíciles, cinco letras de responsabilidad de amar, cuidar y proteger, esa responsabilidad de toda una vida que muchas no están dispuestas a ejercer.
Cobarde es aquella mujer que se atreve a llamar "error" a un hijo, pero es mas cobarde aun la que ni siquiera tiene la fuerza para hacerse cumplidora de las consecuencias de sus actos, y decide llamar a un par de contactos, para que acabe con "el problema", pero shh!!! guarden silencio, pues las pueden señalar, pero mas que el juicio público de nuestra sociedad, existe algo más a lo que no pueden escapar, ni engañar y mucho menos traicionar y lo que es imposible de evadir, ¡cuidado! díganles a esos intentos de madres y fracasos de mujeres, pues las busca su conciencia y se les va muriendo el corazón.
Pero lo que no saben es que a pesar de ese gran error, que les remorderá la conciencia, o lo que les quede de ella, tienen un ángel, que les ama desde aquel infinito cielo que no pudieron ver, ese ángel al que no dejaron nacer, aquel que las cuida y las protege, pero no las protege de su conciencia, sino de ellas mismas, pues las aman y les dicen como gritándole a los sordos, que las quieren y muy a lo lejos se escuchaba madre en aquel momento en que ellas los sacaban de sus entrañas, pero en fin ellos sin haberlas conocido las aman, aunque para estas mujeres, casi madres hayan sido poco menos que un estorbo...
Espero que sea de su agrado y pues yo soy la autora de este como de otros tantos que pronto tendrá en su correo...
Colaboración de Rocío Valle