Nunca estamos seguros de lo que nos pasa, nunca estamos seguros de lo que decimos o sentimos... ¿Estaremos seguros de que vivimos...? Dudamos en decirle al otro lo que nos pasa por el simple miedo a que no nos entiendan, dudamos en hablar por miedo a que no nos escuchen. Decimos no sentir para no ser golpeados, formamos un muro de hierro dentro de nosotros para no recibir granadas de dolor. Decidimos mantenernos ocultos detrás de un disfraz para pasar desapercibidos ante todo y todos...
Nos tragamos las lágrimas por miedo a que éstas al salir nos vuelvan débiles. Sonreímos para ocultar el dolor, y el dolor nos oculta a nosotros mismos. Nos hacemos soldados y guerreros de nuestras propias batallas, una batalla que nos enfrenta mano a mano con nuestro propio reflejo... Una guerra la cual sólo nosotros le ponemos punto final. Y está en nosotros si decidimos ir por más...
Colaboración de Mar
Uruguay