Hay cosas que por más que tratemos jamás la podemos tapar, como por ejemplo la mirada de dos enamorados, el que odia, el envidioso y el que come piña. Estas son cuatro maneras diferentes de querer tapar algo, o igual que querer tapar el todo con un dedo.
Así mismo son los ojos de aquellos que se aman, jamás nada podrá ocultarlos así estén cerrados. El que odia, aunque le cuesta esconder eso tan bajo y ruin que siente, siempre logra esconderlo pero no por mucho tiempo.
El que envidia tiene una raíz que va carcomiendo su corazón en silencio pero desea tener todo aquello que es ajeno, aunque no lo necesite, él quiere tenerlo ya que es como un capricho o vicio.
El que come piña, solamente se podrá ocultar de alguien que esté enfermo del olfato y no tendría por qué, no está cometiendo ninguna falta, solamente está llamando la atención con un aroma agradable que como el amor no se puede ocultar.
Barquisimeto 23-11-2012
Con el lápiz y el corazón
Colaboración de José Manuel Silva
Venezuela