¿Nunca te has enamorado de un sueño? ¿Alguna vez has llegado a un acuerdo contigo mismo de sólo amar a una persona? Y es que sólo deseas que sea feliz, y sabes que tienes lo necesario para hacerla vivir en un cuento de hadas. No tienes palabras para decirle que es la mujer con quien soñaste todo este tiempo y te haces la absurda idea de aceptar la realidad tratando de no llamarla por sólo esperar si algún día tu sueño de vivir a su lado se hace realidad.
En el fondo sabes que la amas, y que tras sus palabras disimuladas ella también esconde un gran amor. Sientes como se desvanece la realidad al cerrar tus ojos y la encuentras en el mundo de tus sueños; en donde puedes tomarla de la mano y darle un fuerte abrazo para que de una vez entienda que tú eres sólo de ella. Entonces se miran fijamente, y con el deseo que ya sintieron en su primer encuentro, la besas, y le dices susurrando al oído que no quieres perderla; luego los rayos del sol atraviesan tu ventana y despiertas con una sonrisa seguida de un suspiro.
Entonces te preguntas. ¿Porqué su recuerdo eclipsa todos tus pensamientos? Y sabiendo desde un principio la rsepuesta comprendes... El problema es que no quieres olvidarla, deseas sólo amarla.
Es un pensamiento que escribí un día inspirado por la mujer que amo.
Colaboración de Carlos Fernando Calderón Rivero
México