¿Cuándo fue la última vez que observó la lluvia caer?, ¿qué se detuvo a buscar un trébol de cuatro hojas?, ¿qué quedó hipnotizado por la inmensidad del cielo o se deleitó mirando una pequeña semilla convertirse en un perfecto lapacho rosado?
¿Recuerda la última vez que su risa llenó el aire, hasta que debió cesar a causa del cosquilleo en su vientre? ¿No es maravilloso acaso, contemplar una flor, inspirar su aroma y que, de repente, surja de usted un deseo único de arrancarla y apoderarse de ella?... aunque sepa que debe seguir allí para que, otros también puedan parar y dedicar una milésima de segundo a disfrutarla…
Pero todo esto parece lejano en este mundo que anda a las corridas, que se lleva todo por delante, que camina a pasos agigantados, pisando sueños, delicias, ilusiones, deseos, fantasías, esperanzas, proyectos.
¿Hace cuánto que no despierta una mañana con una mueca de alegría en su rostro a causa de un sueño, y pone todo su empeño para que se convierta en realidad?
¡Es tiempo de que volvamos a emocionarnos con una canción! de querer que el día no termine ¡jamás!, de ¡creer que podemos ser todo, desde una gran estrella deportiva o de cine hasta ese gran amigo incondicional! de que el día nos sobre para… ¡gozar de los rayos del sol en otoño o, por qué no, salir a correr bajo la lluvia de una noche de verano!
La felicidad es tan simple que no la entendemos y tan grande que no cabe en este planeta, donde todos la buscamos con lupa.
¡Ella está ahí, en algún lugar! solo que
algunos prefieren, o eligen, simplemente no verla.
¡Sean felices!
Colaboración de
Tisin
Argentina