Un día más sin verte y cómo quisiera que el tiempo no tenga medidas
porque en esta lenta agonía de contar los minutos, se me abalanzan tus gestos. Esos por los cuales me hiciste quererte. Esos ojos pidiendo una respuesta a tu vida. Esos labios que tus penas tornaron resecos esperando humedecerse con una nueva boca. Ese cuerpo fatigado por tus congojas y tristezas. El mío, fatigado por saberte triste.
¿Mañana será un día más sin verte? no lo admitiría porque soy el único que puede contenerte, el único que puede alimentar tu alegría y sofocar tus penas. Cómo quisiera que corrieras hacia mí pidiéndome que te abrace ¡por siempre! Así como por siempre mi amor hacia ti es inalterable. Pero el mañana es incierto...
Como incierto es tu corazón... Y aunque trate, no puedo doblegarlo; para poder escuchar tus latidos junto a mí pecho y es que simplemente no te dejas querer. Si tan sólo me creyeras que un día sin verte, ¡es un día más que me hace quererte!
21/01/2010
a Virginia María de los Ángeles Leguizamón:
Colaboración de
Paracelso
Argentina