Afuera está oscuro y sólo, es como si la noche me acompañara en mi tristeza, es normal estar triste cuando viene un gran cambio, pero mi tristeza no es sólo por eso, mejor dicho mi tristeza no es por eso, la gente se muda, conoce nuevas personas y deja amigos atrás, dejarlos duele si…
Pero cuando la amistad es grande y verdadera, esa no terminará por unos cuantos kilómetros, pero lo mío va aún más allá, estoy triste porque me alejo de quien tal vez sea la persona que más quiero en este mundo, no dejaremos de vernos pero aun así eso no quita el dolor de estar lejos… ¿Cómo se supone que debo reponerme a estar tan lejos de la persona que me ha acompañado prácticamente todos los días desde hace unos cuántos años? Una amistad que pasó de largo y se convirtió en amor…
Un amor que en estos momentos me desgarra el alma… Un amor que duele tanto dejar atrás que prefiero ahogarme en depresión para llorarle todos los días… Si estoy triste, un sentimiento del cual a pesar de que en mi vida ha estado muy presente, no cambia el hecho de cuando llega duele… pero esta vez duele aún más…
No es dolor de perdida, no es dolor de soledad, es dolor de lejanía, sólo quienes han tenido un gran amor en su vida saben de qué hablo, esto es inmenso e inexplicable, es algo que me marco y que siempre recordaré, pero aún no termina es verdad, siempre podré verle y estar a su lado, pero ya nada volverá a ser igual…
Mi más gran temor es que la distancia nos aleje, no hablo de los kilómetros entre nuestras casas, si no la distancia entre nuestros corazones, sólo dejo en manos de Dios lo que pase, quien sabe quizás si sea para mejor, quienes me conocen saben que una de mis más grandes virtudes y/o defectos es mi gran optimismo, pero ese optimismo lo dejo para después ahora sólo quiero llorar y pensar en lo grande que ha sido esa relación para mí, que lo que mi corazón siente en este momento, que no es más que dolor y tristeza…
Colaboración de Rikrd3
Venezuela