Entre la desesperación y tus recuerdos me encuentro hoy envuelto en lágrimas.
La soledad es mi única aliada entre estas cuatro paredes que se han convertido en mi refugio de resentimientos. Tu despedida me ha marcado tanto que mis suspiros son cada vez mas profundos y hasta mi fe se ha convertido en desconsuelo. Ya no siento el susurrar de las aves ni el perfumado viento que en tantas ocasiones fueron testigos de nuestro deseo.
Por ti se tornaron realidad mis mas grandes anhelos, y hoy sin tu presencia mi alma no haya fuerzas para construir otros nuevos. Te llevaste mi corazón quizás sin saberlo, y no te diste cuenta que dejaste un ser colgado de tus recuerdos....
Ya mi espalda no resiste el peso de tu ausencia, el deseo de sentir tus labios y el roce de tu cuerpo se hacen cada día mas imprescindibles y aun entre lagrimas te confieso que no habrá mejora en mi sentir hasta que el milagro de tenerte no sea real de nuevo...
Colaboración de Alexander Peraza
Estados Unidos