Nunca imaginé que podría tenerte tan cerca y a la vez tan lejos de mí, que duermes en mi cama y no pueda tocarte, a veces quisiera tocarte, pero temo que a tan frágil cristal daño le pueda causar; antes un solo pensamiento, dos vidas en una y ahora mundos diferente. A quien culpar de este vil pecado, mi amor te amo aunque sienta este inmenso dolor.
Porqué si negara mi amor por ti no solo a ti te mentiría, también a las estrellas que como testigo decorador todas las noches observaba nuestro amor, las dulce madrugas que me veían salir por tu ventana, como mentirle a tus labios, a tu sonrisa, a tu mirada, a cada paso cauteloso nunca lo haría. Que dolor tan intenso siento y que arrepentido estoy de haber causado algún dolor en tu vida, si me volvieras amar las noches volvieran a brillar, mis horas para dormir no serían tan largas y aunque mil bueyes llevara en mi espalda, el peso sería como una pluma y podría volver a ver la luna.
Que triste madrugada, que triste es mi día sin ti, mi vida muere día tras día. Me siento solo, porque ahora para poder vivir tendré que subir a la montaña y como las águilas mi pico golpear, arrancar mis plumas, mis uñas para volver a vivir que duro es este proceso quisiera que acabara ya. Lo siento por tanto dolor, lamento que ya no tengas fuerza para continuar luchando, si en cada acción, en cada gesto, en cada palabra mía, solo sientes que te hago daño, dejaré que te marches y que hagas tu vida, aunque mentiría si te dijera que en mi corazón ya no eres la reina porqué eres fuiste y serás mi amor.
Si me llegaras a perdonar este ser que ha venido de ser rey, a sentirse
como una de las personas más vil y miserable, estará esperando
por ti te amo bebe.
Atte. Néstor Luis Martínez García.
Colaboración de El nómada
Republica Dominicana