No he encontrado otras manos tan fuertes como las tuyas.
Otros labios perdidos en mi silencio.
No he tenido el calor de tu cuerpo aferrado al mío
con deseos de buscar en la penumbra un orgasmo secreto.
¿Acaso lo recuerdas? Esposo muerto.
Colaboración de
Gladis Waira
Colombia