Sólo quiero un poquito de tu amor,
dame la calma a mi corazón,
que la luz de mi vida se ciega
cada vez que tu amor me niegas.
Porque tu amor es más fuerte que la sidra
y mi pasión es más grande que la razón.
Abrázame en tu seno y ábreme
tu piel de terciopelo,
hazme vibrar con tus deseos
estancándome con el perfume tu pelo.
Déjame exclamarte esta pasión
con mis caricias en tu cuerpo
déjame palpitar este corazón
hasta quedarme sin aliento.
Déjame escalar las plantas de tus pies,
hasta tus colinas y praderas,
y llegar al clímax,
al ritmo de tus caderas.
Déjame rodearte con mi boca,
y llegar a la cima de tus exuberantes altitudes
y prenderme de tu vibra loca,
con mis delicadezas y virtudes.
Déjame pasear por tus jardines,
y posar en tu rosa, la flor más hermosa,
déjame arrancar tus prendas y cruzar tus fronteras,
y meterme en tus rincones y confines.
Déjame conocer tu cuerpo grafía y naturaleza,
tu cascada de cabellera sedosa y bella,
déjame admirar tu real belleza,
y suspirar a tu lado, delicada doncella.
Besar suave y lentamente tu piel,
hasta variar tu color de blanca porcelana,
y sentirla tan dulce como la miel
enredados en tu cama.
Colaboración de Charlie Chávez
Nicaragua