Vienes a mí con tu ternura,
con esa dulzura de la que me enamoré;
luego te vas sin ninguna explicación y contigo, mis sueños.
En ese momento, cuando te veo marchar,
mi sangre deja de correr y
por ende, mi corazón no late.
Vienes y te vas,
juegas con mi ilusión
haciéndome creer que ya nunca más te irás,
pero solo me engañas.
Sé que cuando entre el sol
por mi ventana te marcharás
y contigo mis deseos, mi amor;
y tú sabes que estaré aquí
esperando a que vuelvas.
Colaboración de Milena
Colombia