Cada día al despertar
Sin querer aún pienso en ti
Y comienzo a recordar
El día que te perdí.
Fue un amanecer muy triste
Llovía sin parar
Las nubes de aquel cielo
No cesaban de llorar.
Me llamaste entristecido
Y quedamos para hablar
Me temía que aquel día
Mi vida iba a cambiar.
Me cogiste de la mano,
Me besaste con ternura,
Me dijiste: "TE AMO,
COMO JAMÁS AMÉ A NINGUNA".
Me contaste que ocurría,
Yo no te quería creer
Pero las lágrimas caían
De mis ojos sin querer.
Me miraste con dulzura
E intentaste sonreír
Pero tus ojos eran tristes
Ya no podías fingir.
Te apartabas de mi lado,
No te dejaría marchar
Pero la guerra había empezado
No lo podía evitar...
Pasaron varios meses,
Te escribí miles de cartas
Pero tú no respondías
Y tampoco regresabas.
Mucho tiempo después
Mi esperanza murió,
El poder volverte a ver
Solo era una ilusión.
Llamaron a la puerta,
Un soldado estaba afuera,
Traía varias medallas
Y también todas mis cartas.
Me miró muy seriamente
Traía noticias tuyas,
Me temí que no eran buenas
De eso estaba segura.
Me contó que habías muerto
Yo no le quería escuchar,
Mi alma se rompió por dentro
Y comencé a llorar.
Me pidió que no llorara
Tenía un mensaje para mí,
Estas últimas palabras
Son lo que me queda de tí:
"DILE QUE LA QUIERO,
QUE JAMÁS LA OLVIDARÉ
Y QUE VAYA DONDE VAYA
CON ELLA SIEMPRE ESTARÉ"
Colaboración de Vanessa Mª
Martínez Gutiérrez
España