Tú eres mi mujer hermosa, la más hermosa, eres hermosa en tu voz, en tu piel, en tu boca, en tus cejas, en tus uñas, hermosa, la más hermosa.
Eres aún más hermosa cuando andas o cuando retozas y claro, cuando reposas; eres hermosa cuando cantas, cuando maldices, cuando roncas; eres hermosa cuando sufres, cuando te enojas o maldices, y también cuando sueñas eres hermosa; eres hermosa cuando estás desnuda o con ropa, peinada o desgreñada; tienes gracia, aún en la desgracia; y eres hermosa; eres hermosa cuando estás cerca y cuando estás lejos; eres también hermosa cuando estás seca y cuando te mojas; eres hermosa; eres la más hermosa; eres mi hermosa, eres mi amor... estás bien padre.
Colaboración de Antonio Morales
México