Combinación perfecta que desvergüenza lo vergonzante,
fragancia artificial de tu perfume,
aroma natural de tu cuerpo,
tu aroma y perfume a un mismo tiempo.
Ruidos y olores corporales,
suspiros pausados, arrebatados movimientos,
goce, placer, deleite, pasión y erotismo,
embriagados sin beber más vino que el de tu cuerpo.
Quemarse sin fuego, ahogarse sin agua,
locura que no requiere de psiquiatra,
borrasca y calma que repite,
temblar no de frío sino de estremecimiento.
En lo más álgido del momento,
llama que se extiende y contrae caprichosamente,
en la complicidad e intensidad de los momentos,
desbordamiento arrebatado de todos los sentidos,
culminando en apacible y satisfactoria calma…
Colaboración de Cristina
Colombia