Surge de entre la nada,
sigilosa, cuidando con esmero
su disfraz, sólo la delata,
al final, el hitar del tiempo.
Haciéndonos cargo de su importancia
inventamos mundos que la ignoran,
colmamos espacios que rememoran
enquistados brotes de intolerancia.
Ofrece soluciones que jamás
osaría postular el entendimiento,
siempre es placidez en el de los demás
y suerte maldita en el nuestro.
Surge de entre la nada,
prodigiosa, cribando con denuedo,
tenaz, solamente la mata,
al final, su propio aliento.
Colaboración de Antonio Miralles Enseñat
España