Despierto y veo tu almohada,
tal como la dejaste, no la he querido mover
me paro delante la cama con un nudo en la garganta y veo tu foto
me acuerdo cuando despertaba junto con mi ángel y las lágrimas brotan de mí sin querer.
Cuando estoy por sentarme en la mesa al desayunar
veo tu lugar y sólo tu presencia me hace falta
y extraño ese aroma y el momento
en que me dabas el beso de despedida,
la tristeza se apodera de mí y me pongo a llorar
me cuesta trabajo entender que tú no te encuentras más conmigo
que tus ojos no están cerca de mí y no sé si los volveré a ver.
Extraño tus brazos en el momento que recibía de ti un abrazo
tu boca en el momento que necesité un beso
tu voz al momento de que me decías te amo
y todo lo que he pasado contigo, que es un pasado muy bonito.
Me haces pasar momentos muy agradables,
te agradezco que hayas escogido a esta persona
para compartir tu estancia en esta vida
y si ha llegado el momento que nos separemos
espero que no me olvides porque yo no lo haré,
espero que eso no suceda en este momento pues,
todavía necesito de ti, no sé qué haría si tú te vas mi ángel,
y cuando te recuerdo me dan ganas
de decirte que te espero aquí,
aun tu lugar en esta casa te espera.
Pero si ha llegado la hora de separarnos
espero que tú me guardes un lugar a donde vayas
porque sólo a tu lado quiero estar,
sólo quiero estar contigo con nadie más,
y si ha llegado esa hora, sólo quisiera
verte una última vez en esta tierra
y decirte gracias por guiarme hasta este momento
en el camino correcto
y espero y me sigas guiando hasta que nos volvamos a encontrar,
pero si todavía no es la hora espero que esto nos una más
y estemos por siempre juntas mi gran ángel,
mi guardiana y mi guía.
TE AMO MAMÁ
Colaboración de Mariana Montes Marín
México