La oscuridad al mundo llegó
y la rosa del amor marchitó,
la tristeza de un adiós
aún mi corazón anida
y mil dagas en veneno
se clavan al tintineante recuerdo,
en eso de tu voz que aún
en distancia el viento arrastra,
y a mí atrae tu dulce voz que
martiriza mi alma y perturba
mi corazón.
La oscuridad al mundo llegó y una
tenue luz de vela, ilumina mi soledad,
y brinda su calidez a la par que te recuerdo
torturándome y apagando toda esperanza
de retorno a tu lado, en compañía de la
desilusión que en silencios fulmina,
el amor sobrante.
Colaboración de Jenova-Sama
México