Frugal esa tarde, la suerte no fue abnegada
La estrella no brilló
Cupido no ostentó sus flechas…
Dos corazones abiertos que se fracturaron
Dos ilusiones que se disiparon
Cada cual a su propio compás…
Retóricas sobre un amor marchito
Las palabras fueron inefables
Los recuerdos risibles, ociosos…
El crepúsculo expiró bucólico
Un callado beso provocó
Una despedida postrimera sonó
El tiempo que no vuelve
Y los bellos momentos que presos
Quedarán por siempre en epígrafes de la vida.
Colaboración de Jese Herrera
El Salvador