Dejaré de quererte
cuando un pintor ciego,
pinte tu rostro en el cielo
con dulces mieles de flor.
Y cuando en el mar te reflejes,
por tu belleza y halago,
y el mar se transforme en un lago,
por todos tus besos de amor.
No te amaré nunca más
cuando en el mar no haya olas,
o cuando en el mundo estés sola
y estés muy feliz al sufrir,
o cuando un sordo me escuche
que tú no eres mi vida,
y vaya un mudo y te diga,
que tú eres mi luz y existir.
Cuando un pétalo alegre
de una flor marchitada,
caiga y se rompa por nada
yo ya no te podre amar.
O cuando me envíes al viento
cada suspiro en exceso
y aromado me mandes un beso,
en una cajita de cristal.
Colaboración de poeta Saúl
Nicaragua