Gracias por traerme felicidad, como si fuera un regalo que puedo abrir día a día...
Gracias por dejarme compartir tus cosas, tus ideas y pensamientos... sentimientos... esos que te hacen ser digna de ti y te hacen tan especial para mí...
Gracias por escucharme y comprenderme, por amarme y entenderme tal cual soy... por haberme elegido para escuchar tus más íntimos secretos, tus pensamientos más profundos y por hacer de tus tristezas y alegrías una parte muy valiosa de mi mundo... de mi vida...
Porque a través de tus palabras... de tu afecto, comprendí día a día que para el cariño profundo y verdadero, no existen mares ni distancias...
Gracias porque me has enseñado a vivir, porque tu misma me has enseñado a soñar, porque Dios te dio algo que no podré olvidar jamás...
Gracias por ser mi razón de ser... porque existes y contigo mi corazón jamás se dejará vencer...
De nuevo gracias, porque siempre has estado ahí; porque nunca me he sentido solo cuando estás aquí...
Gracias, porque me hiciste entender que la vida no es solo sufrimiento y desesperanza; porque a tu lado mi corazón siempre guarda una pequeña esperanza!!!
Colaboración de Fabián Rodríguez
Herrera
Costa Rica