En una tarde fría y gris pensaba en ti, para mi todo era tristeza y al mismo tiempo temor, sólo veía caer gotas de lluvia cerca de la arena del mar, que al caer y deslizarse formaban una imagen hermosa de tu linda figura, mi ojos llenos de alegría al ver esa imagen tuya sobre la arena, sentí deseos de escuchar tu linda ...Voz, con muchas ganas e ilusión tomé el teléfono y con desesperación marqué tu número, fue el momento más eterno de mi vida, ya que al estar escuchando el tono entrante de la llamada y no contestarme me sentí sin ilusión alguna, pero jamás perdí la esperanza de escuchar tu linda voz.
Dejé pasar 15 largos minutos de nostalgia que fueron una eternidad, tome el teléfono y te volví a marcar y en uno de esos tonos escuché un hola con tanta inocencia que provenía de una niña con la magia de su ternura me dejaste impactado en ese momento, sin aliento alguno y con el corazón latiendo de felicidad al escucharte, esa tristeza despareció de mi persona y fuiste abriendo la magia del amor en mí, ese momento fue maravilloso, conversamos y seguimos conversando sólo por un instante,
De pronto ya no escuche nada, cuando más me perdía en la ternura de tu linda voz, me había dado cuenta de que se había perdido la comunicación, pero volví a marcar tu número y poco a poco escuché el eco de tu voz que provenía de lo más profundo de tu ser, nos despedimos pero no quería dejar de escucharte, fue tan triste decirte hasta mañana por que tendría que esperar 12 largas horas para escucharte de nuevo. Con cariño Jonathan Sánchez Vallejo.
Colaboración de New Jones
México