Mis desnudos ante él
son ocasionales y tímidos
provocados por su mirada apasionada
al toparnos entre los pasillos del edificio
que nos hizo encontrarnos.
Hacemos el amor como dos amantes fervientes
y libres, desesperados por dejar gente atrás
y salir corriendo a derretir la nieve
hacer temblar al sol.
Con las caricias ardientes
que hemos guardado para nuestra intimidad.
Mi deseo más grande es él.
Colaboración de Misteriosa Luna Gris
México