Me gusta tu mirada, esa medio distante que no me deja adivinar donde estás. Me gustan tus abrazos, como cuando necesito esconderme de algo, ellos me cuidan, tus abrazos me protegen. No puedo olvidarme de tus labios; me gusta, me hacen cerrar los ojos, pensar que vuelo lejos, pensar que llego alto, imaginar que no puedo despertar, nunca jamás. Cuando pienses en mí, no te equivoques, no sientas que vas y no vuelves más, no te aflijas. Yo estaré pensando en ti.
Todavía voy a ser tu vida entera y vas a saber que hay a saber que hay algo mejor que eso, simplemente besarme y poder despertar a mi lado cada mañana. Que contigo no quiero nada a medias, que quiero todo y en excesos. Que no me molestan las consecuencias, acciones y reacciones, son simplemente leyes naturales y que más natural sería si no es mi amor.
Me gusta tu sonrisa, que pueda cambiar el mundo pero que jamás el mundo le cambie a ella. No te pierdas tanto, prensa en el camino más seguro, ese que siempre te pueda traer a mí. Me gusta saber que soy tu punto de partida, que todo siempre te traiga a mí. Que mis límites no tengan fin, que todo te pueda hacer volver a mí, que haya tiempo, espacios y distancias pero en una palabra todavía te pueda definir, cual mejor que... Amor. Que no exista jamás alguien como yo, capaz de llevarte a otro mundo y grites mi nombre, que tus manos lloren por mi piel y tus ojos se pierdan en mí, que puedas sentir, y si necesites todavía más, que puedas tocar. Jamás pienses que amar se puede sin ropa, mostrar tu alma, tu lado oscuro, tu lado impuro y todavía te pueda definir; mío. Que ahí notes lo que es amar. Me gusta saber que no me vas a olvidar, que tu mente puede ser débil pero no conocí jamás un corazón como ese. Que me puedas amar para siempre... No te equivoques yo ya te amaba desde siempre.
Colaboración de mags22
Paraguay