Sentí que era tuya desde el momento en que me tuviste en tus brazos.
Me sentí tuya en cada uno de tus abrazos.
Tú y yo como piratas, escondiendo nuestro tesoro sellado por nuestro deseo mutuo.
Aquellos besos prófugos y aquellos sitios profanados con nuestro calor
Ay, ¡si tan sólo hablaran!
Explicarían quizá nuestra historia y yo podría entenderla mejor.
Correría hacía tus brazos tal como si fueras mi libertad,
Uniría nuestros labios como si de eso dependiera respirar.
Tanto que no hice y me arrepiento de no hacer.
Te compensaría con un beso, un “te quiero” y un "para siempre"...