Siento el corazón destrozado
el alma partida...
por el último día de tu despedida.
Aun recuerdo ese día,
que sin discusión alguna sacaste tu maleta,
nos dejaste sin dar la vuelta
a mí y a nuestra pequeña hija.
Ya pasaron tres años desde aquel día,
yo creí que ya no sentía nada por ti,
pero de hecho si,
al ver las fotos con tu otra familia
se me desgarró el corazón,
se me partió el alma
tengo un gran vacío por dentro
pero llorar no puedo.
Te doy gracias por la vida de nuestra hija
que me llena de amor y alegría,
viéndola feliz contigo
me alivia el dolor que abriste en mi corazón.
Siento que aun te quiero
Y perdona en esta última despedida
decirte que te amo no puedo.