Dolor, decepción, caos en mi vida, más dolor...
Sólo el que ha amado más que a su vida, más que a su muerte, más que a nada en el mundo a una persona; puede entender este dolor estéril, infértil, posesivo y corrosivo...
Ayer te amé así sin dudar, sin pensar, sin miedo a morir por este amor.
Hoy solo sé que confiar, creer, entregarse sin reservas, a veces, o casi siempre conlleva caer en el abismo del dolor.
¿Vivo? No lo sé... Respiro
Quisiera entender...
Quisiera no vivir...
Quisiera saber en que fallé...
Quisiera saber que hizo falta...
Sólo una pregunta.
¿Por qué?