Cielo, hay algo que quiero que sepas, ya no sé vivir sin ti.
No sé vivir sin tus besos, sin tus abrazos, sin tus palabras de amor hacía mi. No puedo pasar ni un sólo día sin ver tus ojos, la dulzura de tu voz me llena de calma.
Cuando cobijas mi cuerpo con el tuyo me siento protegido. Tu suave aliento y sentirlo al besarte me transporta a un lugar sin igual en el universo. Nada se compara con la suavidad de tu piel, ni siquiera la más fina seda. Tus dedicadas y delicadas manos al acariciarme me hacen sentir el hombre más amado.
Amor, cuándo no estoy contigo me siento vacío, si llegaras a faltarme moriría. Si no contara con tu amor la vida no tendría ningún sentido para mí.
A veces me pongo a pensar que sería mi vida sin ti, y la única respuesta que encuentro es: dolor, vacío, desconsuelo y desesperanza. Estar sin ti sería como estar en el limbo, sería como vivir en un mundo donde la única compañía que tendría sería la soledad.
Le pido a Dios que nos tenga juntos por mucho tiempo, todos los días le pido que me de la oportunidad de hacerte mi esposa, para poder cuidar de ti. Poder tener la fortuna de envejecer a tu lado, sería lo más hermoso que puedo vivir.
Quiero poder entregarte mi vida, mi respeto, mi amor y mi gratitud a la mujer de mis sueños. La mujer que dejó de ser un sueño para ser mi hermosa realidad, una realidad que no cambiaría por nada en el universo. Mi más grande riqueza eres tú mi vida hermosa. Desde que me dijiste que sí quieres ser mi esposa no paro de imaginar cada segundo juntos amor, y me has hecho el hombre más feliz del universo. Juro trabajar duro por nuestros sueños, te amo con toda mi alma mi principessa.