El lago es contemplación, calma, tranquilidad e ingravidez, me ayuda a mantener un equilibrio diferente al habitual y al observar la naturaleza puedo decir que soy feliz.
Ahora ya con mis tantos años y fuera del país, extraño la frescura que emanaba todas las mañanas al levantarme en aquel mágico lugar.
Bucear en el lago que había al lado de casa era maravilloso, como olvidar el día que pedí matrimonio a Esmeralda.
Fue una noche romántica ahí prometimos que jamás dejaríamos de amarnos, pero qué ironía de la vida solo tres años duró nuestro idilio de amor.
Lago, bucear y una mujer que
jamás olvidaré hoy me encuentro
entre nostalgia y lágrimas
dejo de escribir porque ya no queda tinta en mis ojos y este ondo pesar no permite terminar la historia; quédate con esta primera parte que la segunda y a lo mejor el final la escribiré, cuando retorne a la tierra que me vio nacer.
♥« Alejandra Moreno »♥