Llamarlos discapacitados es decirles que son distintos para esta sociedad, donde al ser humano se le requiere mayor productividad laboral, escolar, social, familiar, teniendo que aprobar para tener el carné, carné para ser un buen ciudadano, creyendo que los que no lo consiguen son peores, incluso ellos mismos acaban aceptando su inferioridad.
No es necesario ser rubio, alto, fuerte, atlético, ágil, valiente, capaz, si no más bien ser un ser con amor en el corazón.
¿Dónde miden esta capacidad de amar? ¿Quiénes son los discapacitados entonces? ¿Es correr bien, andar bonito, hablar con un buen acento en ingles, ser inteligente para las matemáticas no ser discapacitado? Entonces nunca habéis entendido nada.
El ser no se divide en buenos o malos, discapacitados y normales, todas estas etiquetas son imposiciones de la sociedad, y de lo que se trata es de acabar con ellas, volver al inicio, revisar de que se trata ser un ser humano y de que va vivir, y sobre estas la verdad solo es una, todos somos iguales, nuestra esencia es la misma, nadie es mejor ni peor, simplemente distintos, y por eso el mundo tiene más colorido y es más divertido, si fuésemos iguales seria muy monótono, nadie aportaría nada a otro,¿ que podríamos explicarnos que ya no supiésemos?.
Si ahora la gente mira mal al que no es igual, el problema lo tiene esa persona y debería mirar de arreglarlo, ¿qué problema tienes tú al respecto?, ¿te incomoda, te hace sufrir verlo, no aceptas lo que hay? Probablemente podrías hacer algo quizás en lugar de mirar con esa cara podrías sonreírle, quizás eso ya seria suficiente para no herirle más todavía.
Porque ese “discapacitado” siente, oye, mira, cada uno en su medida, pero no se le pasan las cosas por alto, al contrario, esta muy entrenado para ver lo que hay sin que los demás se den cuenta, olfateando como un perrito donde se encuentra el amor, donde no me van a dañar.
Muchos sólo necesitan respeto, con eso ya serian parte del grupo, y ser parte de algo es importante, te hace sentir bien, y de esto se trata todo, de sentirse bien en la piel de uno mismo. Por más que uno se quiera, lo consiga, acepte su situación, si los demás no te dejan entrar y con esto te rechazan, te quedas solo en tu aceptación, pero nadie quiere sentir que esta solo, muy diferente es desear estar en soledad en ocasiones, no es lo mismo.
Empecemos a mirar que clase de sociedad avanzada es esta, en la que es un delito y se te excluye por el hecho de ser distinto… Pensemos cada uno en que medida podemos cambiar al respecto, como en nuestro propio entorno uno puede mejorar la situación, y siempre pasará por el amor al prójimo como a ti mismo.
Si tu fueras él, ¿cómo te gustaría que te tratasen?, supongo que con amor y respeto, nada más. Tampoco querrías grandes diferencias eso te haría sentir otra vez distinto, si no que te incluyeran en el grupo por ser tú, por ser tal como eres, queriéndote de igual modo.
Es así como los discapacitados ya no tendrán que llevar esa etiqueta distintiva, cuando la sociedad los abrace y les digan, todos somos uno, todos somos iguales, seres humanos, nada más ni nada menos, con capacidad de amar, que no es poco, no os esforcéis, os queremos igual… Puede que muchos se sanen solamente por saber que eso es así de fácil y así de bonito, pero es en realidad de la única forma que debe ser.
Colaboración de
Alicia
Rusia