Si fuese ministro de educación, crearía una nueva asignatura: el arte dramático. Y es que en la vida hay que saber ser un buen actor: simular las emociones, disfrazar sentimientos, saber mentir y actuar conforme piensas sin que te de vergüenza. ¿Sabes lo que eso significa? Viviríamos en un lugar donde todo el mundo actúa conforme a su modo de pensar y tendríamos mucha inteligencia emocional.
A menudo, esperamos que otros actúen conforme piensan y sienten, siendo la vergüenza la que interfiere entre nosotros; hay que quitarla, borrarla del mapa. Esto es la vida, un escenario abierto al mundo en el que tú eres el protagonista, esperan que hagas un número inolvidable, no decepcionaré a nadie.
Colaboración de Toacsa
España