¿Por qué decimos que la vida no es justa si la mayoría de las veces procura poner las cosas en el lugar que les corresponde? Somos nosotros los que decidimos que a veces la vida se porta injustamente cuando queremos que algo buenos nos pase y no lo recibimos. Todo en la vida lo debemos de ganar, no somos ni lo suficientemente buenos como para que todo se nos dé; pero tampoco lo suficientemente malos para que nos sea negado. La cuestión aquí es ser valientes para poder aceptar lo que obtenemos por mérito propio ya sea bueno o malo.
Dios nos dio la vida para aprovecharla, no para desperdiciarla con quejas y lamentos. Lo justo nos lo da él, lo injusto lo ganamos nosotros. Y tú, ¿qué haz hecho para merecer lo que tienes?
Colaboración de Patty Teniente
México