Ayúdame Señor, no sé qué hacer,
Se ha convertido en mi sombra,
Pronuncio un nombre y sin querer
Mi boca siempre la nombra.
Pero lo que más duele no es saber
Que en brazos de otro buscó
La felicidad que tanto le negué,
Que para mi desdicha encontró…
Sino duele saber que se fue
Porque no quise prestarle atención
Ahora no tengo más que hacer
Que verla en brazos de aquel florecer
Mientras se seca mi corazón…