La perseverancia o necedad mal enfocada es uno de los valores que han caracterizado el proceder que he debido tener a lo largo de este tiempo, a pesar de la desavenencias seguimos aquí, cansados tal vez, pero aún luchando. Tal vez no debía ser así, tal vez tendría que haber sido más flexible antes, pero ya es imposible dar vuelta atrás a eso.
Insisto en algo, no arrepentirme de las decisiones tomadas y los actos realizados, todos tuvieron su razón y justificación, cada uno enmarcado el camino que formó lo que es uno ahora, he dicho antes, estamos en un camino lleno de aristas, cada arista corresponde una decisión, no hay final visible o tangible de ese camino, porque cada arista te lleva por una dirección distinta.
Mi mente, antes inflamada por ideas épicas y pensamientos heroicos, desbordada por sueños de gloria, habiendo probado la realidad y el sufrimiento proporcionado por el combate real, hoy va hacia una idea de supervivencia, pero no por ello dejando de lado ese arrojó que caracterizaba mi proceder, dejando de ser temerario y más prudente, e insisto no dejando de velar por la vida de aquellos que siguieron conmigo.
Ya deje de sostener aquel acero que muchos daños causará y que probablemente hoy me recriminaría mi proceder, ya sólo veo en el recuerdo eso, ahora ya sólo veré de lejos, buena o mala decisión no juzgarme yo, eso sólo lo sabrán quienes siguieron mis pasos y que ya sólo ven una sombra de lo que antaño fui. Mi sangre guerrera hoy yace apacible.