He pensado seriamente
En el hecho de volar...
Y tus alas me agradan
para hacerlo...
docta mujer etérea
moverme sin rumbo...
Anhelo.
Y desplazarme en medio
de un vendaval,
cual tu alma lo desea.
Tenlo.
Y recorrer tus provincias,
tus litorales.
Saborear acremente
La sal de tus mares
Y atar tus deseos
con mis manos.
Revolquemos nuestras ganas
En la arena de tu cuerpo
y apaga la gran gana mía...
De hacerte mía.