Es el frío quien maquilla toda esta tormenta.
Invisible, si no fuera porque se tiñe de silencio.
Escucha los embates de las cercanías, cuando éstas
tratan de lapidarme con sus profundas muecas.
Y es que mi dolor es altivo
Sabe de lazos a la deriva
De perdidos regresos.
Encuentra el hálito de la dulce piedra
en la entraña ondeante de ausencia.